jueves, 20 de agosto de 2015

San Bernardo de Claraval y San Malaquías: "el doctor meloso" y el arzobispo a quien amaba

Cristo Abrazando a San Bernardo de Claraval - obra de Francisco Ribalta

Amado corazón de mi corazón,
llévate hacia ti mis afectos,
esto es lo que más quiero.*
– Bernardo de Claraval –

Bernardo de Claraval, quien escribiera poesía homoerótica sobre Jesús, era un abad francés medieval que mantenía una amistad apasionada con una persona de su mismo sexo: el arzobispo irlandés Malaquías de Armagh. Bernardo es más conocido tanto por haber fundado 70 monasterios por toda Europa como por sus escritos místicos. Su fiesta es el 20 de agosto.

Su primer amor era Jesús, pero inundó a Malaquías con besos durante su vida. Después que Malaquías murió en sus brazos, se intercambiaron la ropa. Malaquías fue enterrado con el hábito de Bernardo. Bernardo se puso el hábito de Malaquías para dirigir el funeral y lo vistió hasta su muerte cinco años más tarde. Bernardo fue enterrado al lado de Malaquías, aún vistiendo el hábito de Malaquías. Malaquías (1094-1148) se convirtió en el primer santo nacido en Irlanda en ser canonizado.

Bernardo (1090-1153) fue consejero de cinco Papas y un reformador monástico que construyó la orden cisterciense de monjes y monjas. Se le conoce como el último de los Padres de la Iglesia. El más famoso dicho que se le atribuye es: "El camino al infierno está empedrado de buenas intenciones."

Bernardo era un hombre de su tiempo, quien se dedicaba a las prácticas ascéticas rigurosas y que apoyaba las enseñanzas de la Iglesia Católica Romana sobre el celibato. La gente de hoy podría decir que tenía una orientación "homosexual" al tiempo que se abstenía de tener contacto sexual. Los místicos y místicas medievales crearon formas alternativas de la sexualidad que desafían incluso las categorías actuales, pero que podrían ser englobadas bajo el término "queer". Estas personas místicas dirigían su sexualidad hacia Dios y experimentaban el amor de Dios a través de la amistad apasionada con otro ser humano.

Tanto monasterios como conventos proporcionaban una estructura social fuera del matrimonio, que atraía a muchas personas que hoy en día se definirían como LGBTI o queer. Los monjes y las monjas medievales que vivían en las comunidades del mismo sexo bajo un voto de celibato desarrollaron formas alternativas de vida y amor entre personas del mismo sexo.

El estricto ascetismo de Bernardo se equilibraba con dulces visiones eróticas, lo que le valió el título de Doctor Mellifluus ("El Doctor Meloso"). Bernardo optó por utilizar el Cantar de los Cantares, el libro más erótico de la Biblia, como vehículo importante para sus enseñanzas. Comenzó sus "Sermones sobre el Cantar de los Cantares" en 1135 y había completado 86 sermones cuando  murió casi 20 años más tarde, aunque la serie de sermones todavía no había sido terminada.

"Jesús, para mí, es la miel en la boca, la música en el oído, una canción en el corazón", escribió en su decimoquinto sermón sobre el Cantar de los Cantares.

Sus obras menos conocidas incluyen Vida de San Malaquías de Armagh, que es su idealizado tributo al hombre a quien amaba, y "Salve Mundi Salutare" (citado a continuación), un poema de amor a Jesús, cuyo homoerotismo original ha sido suprimido en muchas traducciones contemporáneas. Este poema se convirtió en la base para el popular himno inglés "Oh cabeza sagrada, ahora herida."

Bernardo fue por desgracia asociado a la Segunda Cruzada, aunque habló en contra del maltrato de los cristianos hacia los judíos y apoyó a otra mística queer, Hildegarda de Bingen, en sus esfuerzos para lograr que sus visiones fueran publicadas.

Bernardo nació en una familia noble en en año 1090 en las afueras de Dijon, en la Borgoña francesa. Según la leyenda, su madre tuvo un sueño durante el embarazo en el cual un cachorro blanco ladraba en su vientre. Esto fue interpretado en el sentido de que daría a luz a un guardián de Dios. La imagen del perro blanco se convirtió en uno de los atributos de Bernardo, un símbolo utilizado en las imágenes del santo.
 

Bernardo de Claraval - obra de Rowan Lewgalon

Bernardo y un perro blanco, ambos con ojos azules, aparecen juntos en este llamativo retrato contemporáneo creado por la pintora Rowan Lewgalon, quien es una artista espiritual que reside en Alemania donde ejerce el sacerdocio como clériga en la Iglesia Católica Apostólica Antigua.

Cuando Bernardo tenía 19 años, su madre murió y él decidió unirse a una pequeña comunidad religiosa de monjes que acababa de ser creada en la zona. Estos monjes fueron llamados "los cistercienses", y su objetivo era la reforma monástica como un retorno a las normas más austeras de San Benito. Al cabo de tres años Bernardo fue enviado a fundar un monasterio cercano en un lugar cuyo nombre pasó a formar parte de su propia identidad: Claraval (Clarivaux en francés).

Unos 25 años más tarde conoció a Bernardo Malaquías, cuyo nombre irlandés era Maelmhaedhoc O'Morgair. Malaquias era primado de toda Irlanda cuando visitó por primera vez el convento de Claraval alrededor del año 1139. Bernardo tenía cerca de 50 años de edad y Malaquías era cuatro años menor. Pronto ambos se convirtieron en devotos y apasionados amigos. Malaquías incluso le pidió al Papa permiso para convertirse en monje cisterciense, pero el Papa se negó a concederle este permiso.

Malaquías viajó para ver a Bernardo por segunda vez en en año 1142. Estaban tan cerca que Bernardo literalmente lo cubrió de besos en una escena que fue descripta así por el sacerdote ortodoxo Richard Cleaver en su libro Conoce mi nombre: Una Teología de la Liberación Gay (1995): "el relato de Bernardo es una lectura profundamente romántica para una persona gay moderna; 'Oscula rui'  dice Bernardo del reencuentro: 'corrí a besarlo'."

Su relación había durado casi una década cuando Malaquías se reunió con Bernardo por tercera y última vez. Malaquías cayó enfermo cuando llegó a Claraval en el año 1148 y murió en los brazos de Bernardo en el Día de los Fieles Difuntos, el 2 de noviembre. Cleaver una vez más nos cuenta los detalles basados en los relatos de Geoffrey, el secretario y compañero de viaje de Bernardo:

"Geoffrey de Auxerre nos dice lo que pasó después. Bernardo se puso el hábito tomado del cuerpo de Malaquías ya que estaba siendo preparado para el entierro en Claraval, y lo usó para celebrar la misa de cuerpo presente. Éligió para cantar no una misa de réquiem sino la misa de un obispo confesor: una canonización personal y, de paso, un ejemplo del uso de la liturgia para hacer teología. El mismo Bernardo fue más tarde enterrado junto a Malaquías, en el hábito de Malaquías. Tanto para Bernardo como para nosotros hoy en día, este tipo de amor apasionado por otro ser humano era un canal indispensable para experimentar el amor de Dios ".

Después de la muerte de Malaquías, Bernardo vivió otros cinco años. Las esculturas y pinturas estaban prohíbidas en el monasterio Claraval durante su vida, sin embargo a finales del siglo XV el retablo en la abadía de Claraval exhibía una pintura del bautismo de Jesús y a Bernardo y Malaquías conjuntamente como testigos.

Bernardo murió el 20 de agosto de 1153 a los 63 años. Fue enterrado en la abadía de Claraval junto a Malaquías, vistiendo el hábito de Malaquías. Había vivido durante 40 años en comunidad con otros hombres cuyas relaciones amorosas los llevaron más cerca de Dios.

“Bernardo de Claraval” by Tobias Haller

"Bernardo de Claraval" fue bosquejada por Tobias Haller, quien es iconógrafo, autor, compositor, y vicario de Iglesia Episcopal de Santiago en el Bronx, Nueva York, Estados Unidos de Norteamérica. Haller es el autor de "Razonable y santo: Enfrentando la sexualidad del mismo sexo". Haller disfruta de la ampliación de la diversidad de los íconos disponibles para las personas de fe mediante su trabajo en la creación de íconos de personas LGBTI y otras figuras de santas y santos progresistas. También escribe íconos de santas y santos tradicionales. Haller y su esposo se casaron en una boda por iglesia hace más de 30 años, y recientemente lo hicieron legalmente en una ceremonia civil luego que el matrimonio entre personas del mismo sexo fuese legalizado en Nueva York.

Una oración escrita por Geoffrey, el secretario de Bernardo muestra cómo la comunidad en Claraval entiende y celebra el amor entre Bernardo y Malaquías. Da las gracias a Dios por estas "dos estrellas de brillo tan sublime" y "tesoro doble."

Como monje, Bernardo, naturalmente, dirigió gran parte de su energía erótica hacia Jesucristo. Esta actitud está muy bien expresada en su poema "Salve Salutare Mundi" (Salvador del mundo, te saludo). Escribió siete secciones, cada una dirigida a diferentes partes del cuerpo crucificado de Jesús: los pies, las rodillas, las manos, los laterales, el pecho, la cara y, finalmente, el corazón.

El poema se atribuye tradicionalmente a Bernardo de Claraval, aunque algunos eruditos modernos creen que pudo haber sido escrito por otro abad cisterciense, Arnulfo de Lovaina. También es conocido como "Oratio rhythmica ad singula membra Christi un cruce pendentis" (oración rítmica a los sagrados miembros de Jesús colgado en la cruz), o  simplemente como Oratio Rhythmica.

El poema original, en todo su esplendor erótico, generalmente no se incluye en los libros que recogen los "escritos esenciales" de Bernardo. Sigue existiendo en algunas ediciones antiguas, las cuales son difíciles de encontrar. Las versiones y traducciones modernas están editadas de modo que eliminan gran parte del homoerotismo y, a veces incluso agregan referencias heterosexuales que están ausentes en el escrito original en latín. El original también está benditamente libre de términos eclesiales tales como "Señor", y habla sólo del amor entre "tú" y "yo".

Como se ha dicho anteriormente, ese poema es la base de obras musicales muy importantes tales como el himno "O sagrada cabeza, ahora herida" y el oratorio barroco "Membra Jesu Nostri" (traducido generalmente como "Los miembros de nuestro Señor Jesús "), escrito por el compositor barroco danés Dieterich Buxtehude en 1680, más de 500 años después de la muerte de Bernardo. El ciclo de siete cantatas de Buxtehude se considera como el primer oratorio Luterano. Todo el oratorio se puede escuchar en el vídeo accesible en este enlace.

El clímax de este poema se expresa en el cuadro en la parte superior de este post: "Cristo Abrazando a San Bernardo" del pintor Francisco Ribalta. Este artista barroco español aparentemente pintó esta obra maestra en la Cartuja de Porta Coeli, en Valencia, España en torno al año 1625.

El sitio web para España del Museo Nacional del Prado en Madrid, donde actualmente se encuentra, dice: "La escena se basa en una de las visiones místicas del santo, extraído de uno de los libros religiosos más populares de la época barroca:  'Flos Sanctorum' o 'Libro de las Vidas de los Santos' de Pedro de Ribadeneyra, el cual fuera publicado en 1599".

Todo el poema contiene 74 versos de cinco líneas cada uno, los cuales son demasiados para reproducir aquí. Gran parte del homoerotismo está implícito en el hecho de que este poema de amor fue escrito por un hombre para otro hombre: de Bernardo a Jesús con amor. Sin embargo, es muy difícil de encontrar, por lo que una selección de los versos más eróticos y menos conocidos se reproducen aquí tanto en el original en Latín como su traducción al castellano, la cual fuera realizada por el Dr. Luis Ángel Sanchez exclusivamente para este blog.

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A las Manos
Ad Manus

IX.
Manos santas, os abrazo
y gimiendo me deleito;
dando lágrimas con besos
doy las gracias a tantas águilas,
clavos duros y santas gotas.

Manus sanctae vos amplector,
Et gemendo condelector,
Grates ago plangis tantis
Clavis duris, guttis sanctis,
Dans lacrymas cum osculis.


A los Costados
Ad Latus

VII.
Con mi boca te toco
y ardientemente me estrecho junto a ti;
ante ti arrojo mi corazón
y con ferviente pecho paso mi lengua sobre ti,
Llévame todo hacia ti.

Ore meo te contingo,
Et ardenter ad me stringo
In te meum cor intingo,
Et ferventi corde lingo,
Me totum in te traiice.


Al Pecho
Ad Pectus

VIII.
Tú eres el abismo de la sabiduría,
las armonías de los ángeles
a ti te alaban y de ti fluye
lo que Juan, recostado, succionó,
haz que yo habite dentro de ti.

Tu abyssus es sophiae
Angelorum harmoniae
Te collaudant, ex te fluxit
Quod Joannes Cubans suxit,
In te fac ut inhabitem.


Al Corazón
Ad Cor

VI.
Que por el centro de mi corazón
pecador y culpable
tu amor atraviese 
hacia donde todo él se arrebata
languideciendo por la herida del amor.

Per medullam cordis mei,
Peccatoris atque rei,
Tuus amor transferatur,
Quo cor totum rapiatur,
Languens amoris vulnere.


VII.
Ensánchate, ábrete, 
como una rosa que exhala su perfume milagrosamente,
únete a mi corazón
úngelo y perfóralo.
¿Qué puede sufrir quien te ama?

Dilatare, aperire,
Tanquam rosa fragrans mire,
Cordi meo te conjunge,
Unge illud et compunge,
Qui amat te quid patitur!


IX.
A viva voz te llamo,
dulce corazón, pues te amo
inclínate hacia mi corazón
para que él pueda acercarse 
hacia ti con devoto pecho.

Viva cordis voce clamo,
Dulce cor, te namque amo;
Ad cor meum inclinare,
Ut se possit applicare,
Devoto tibi pectore.


XI.
Ábrete, rosa del corazón,
cuya fragancia se expande milagrosamente;
llama del deseo,
haz que mi corazón te anhele.

Rosa cordis aperire,
Cujus odor fragrat mire,
Te dignare dilitare,
Fac cor meum anhelare,
Flamma desiderii.


XIII.
Introduce tu corazón adentro de mi seno
Para que esté cerca de ti
en el dolor gozoso,
Porque apenas se cautiva a sí mismo
junto al [dolor] deforme y bello.

Infer tuum intra sinum
Cor, ut tibi sit vicinum,
In dolore gaudioso,
Cum deformi specioso,
Quod vix seipsum capiat.



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*El epigrafe en la parte superior de esta entrada es una traducción también realizada por el Dr. Luis Ángel Sanchez del siguiente poema:

Cordis mei cor dilectum,
In te meum fer affectum,
Hoc est quod opto plurimum.

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Enlaces relacionados:
 

San Bernardo de Claraval - Vida de San Malaquías de Armagh (texto completo)

"La oración rítmica a los Sagrados Miembros de Jesús colgado de la cruz", de Bernardo de Claraval. Texto completo en latín y en Inglés. (Desplácese hacia abajo para encontrar en un apéndice "La vida de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, de San Buenaventura")

Sermones sobre el Cantar de los Cantares de Bernardo de Claraval

La vida de San Malaquías por Bernardo de Claraval

Esta entrada es parte de la serie Santos GLBTI  por Kittredge Cherry en el blog Jesus in Love [Jesús enamorado]. Ese blog presenta en las fechas adecuadas durante todo el año tanto santas y santos como mártires, héroes, heroínas y personas consagradas de especial interés para las personas gays, lesbianas, bisexuales, transexuales e intersexuales (GLBTI) y sus aliadas y aliados.

Esta entrada es una traducción de "Saints Bernard of Clairvaux and Malachy: Honey-tongued abbot and the archbishop he loved" del blog Jesus in Love. Traducción de Hugo Córdova Quero. Los poemas de Bernardo de Claraval en esta entrada han sido traducidos por el Dr. Luis Ángel Sanchez, Profesor de Latín en las siguientes universidades de Argentina: Universidad de Buenos Aires (UBA), Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y Universidad Nacional de Villa María (UNVM). Agradecemos profundamente que un erudito como el Dr. Sanchez haya tenido la gentileza de realizar estas traducciones para nuestro blog. Las ideas vertidas en esta entrada pertenecen exclusivamente a su autora Kittredge Cherry.

Copyright © Kittredge Cherry. Todos los derechos reservados.


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martes, 11 de agosto de 2015

Beato John Henry Newman y Ambrose St. John: Un santo gay y su "luz terrenal" comparten una amistad romántica

Una foto rara de John Henry Newman y Ambrose St. John junto

John Henry Newman fue un  sacerdote erudito muy conocido como el británico convertido al catolicismo-romano más famoso del siglo 19. Newman fue beatificado en 2010 en medio de la especulación desenfrenada que era gay. El día de su festividad es hoy, 11 de agosto, en la Iglesia Anglicana y el 9 de octubre en la Iglesia Católica Romana.

Newman y otro sacerdote, Ambrose St. John, vivieron juntos durante 32 años y comparten la misma tumba. Algunos dicen que compartían una "amistad romántica" o "la vida comunitaria". Es probable ambos tuvieran una orientación homosexual al tiempo que guardaban la abstinencia sexual. Newman describe St. John como "mi luz terrenal." Ambos eran inseparables.

"Bendito Cardenal
John Henry Newman:
Plomo Divina Luz "
por William Hart McNichols ©
Newman (21 de febrero 1801 - 11 de agosto 1890) es considerado por muchos como el más grande pensador católico-romano del mundo de habla Inglés. Nació en Londres y fue ordenado como sacerdote anglicano. Se convirtió en uno de los líderes del Movimiento de Oxford, el cual tenía como objetivo volver la Iglesia de Inglaterra a muchas de las tradiciones católico-romanas. El 9 de octubre 1845 se convirtió al catolicismo romano. Aunque tuvo que renunciar a su puesto como profesor de Oxford debido a su conversión, al final alcanzó el rango de cardenal.

Ambrose Saint John (1815 -1875), aparentemente conoció a Newman en 1841. Vivieron juntos durante 32 años, comenzando en 1843. St. John era cerca de 14 años más joven que Newman. Comparo su encuentro con St. John como el una  pareja del mismo sexo bíblica: Ruth y Naomi . En las propias palabras de Newman, St. John "llegó a mí como Ruth llegó a Naomi" durante los difíciles años justo antes de salir de la iglesia anglicana.

Después de ambos convertirse juntos al catolicismo romano, estudiaron en Roma, donde fueron ordenados sacerdotes al mismo tiempo. Cuando St. John se confirmó en la fe católica romana, preguntó si podía hacer un voto de obediencia a Newman, pero la solicitud fue rechazada. Newman recordó sus primeros años de esta manera:

"Desde el primer momento me amo con una intensidad que era inexplicable. En Roma, hace 28 años, siempre estaba trabajando para mí y aliviándome  de todos mis problemas, que al ser joven y de aspecto sajón, todos lo llamaron mi ángel de la guarda".

Retrato de John Henry Newman (a la derecha) y Ambrose Saint John (a la izquierda) por Maria Giberne, 1847

Un retrato de Newman y St. John, juntos en Roma fue pintado por Maria Giberne, una artista aficionada y amiga de toda la vida de la familia de Newman, quien lo seguío a la Iglesia Católica Romana. Giberne pintó a la pareja sentada junto a sus libros en una de sus habitaciones en el Colegio de Propaganda en Roma, el 9 de junio de 1847. De pie entre ellas está la Virgen de la Medalla Milagrosa, que parece bendecir y velar por los sacerdotes que se amaban el uno al otro.

St. John, un erudito y lingüista en su propio derecho, ayudó a Newman con su erudición y compartió otros aspectos de la vida cotidiana como si fueran una pareja en un matrimonio entre personas del mismo sexo. John Cornwell, autor de La Tumba Inquieta de Newman: El Santo Renuente, declaró a Radio Pública Nacional de los Estados Unidos de Norteamérica que el apoyo de St. John hacia Newman incluía "incluso hacer cosas tales como preparar sus maletas antes de que viajara, asegurarse que estaba tomando su medicina, asegurarse que concurría a sus citas con el dentista, ese tipo de cosas. Era casi como una esposa, pero sin la cama matrimonial".

Vivieron juntos hasta que St. John murió el 24 de mayo de 1875. Sólo tenía unos 60 años de edad. De acuerdo con una carta memorial escrita por el propio Newman, St. John murió de un derrame cerebral que "se originó en su exceso de trabajo en la traducción de Fessler, la cual realizaba para que yo respaldara mi carta al duque de Norfolk." Newman necesitaba la traducción de un importante libro del teólogo alemán Joseph Fessler a raíz del Concilio Vaticano I.

En la carta memorial Newman describe sus últimos y dramáticos momentos juntos, incluída la forma en St. John se aferró a él estrechamente en la cama y le estrechó la mano con fuerza. Newman, sin saber que su amado compañero estaba muriendo, pidió a otros que le desbloquear los dedos antes de decir la despedida que resultó ser su última.

Newman tenía el corazón destrozado por la pérdida de su pareja amada. "Siempre he pensado en ningún duelo se iguala al de un esposo o esposa, pero siento que es difícil creer que el dolor de alguien puede ser mayor que el mío", escribió Newman.

Newman insistió en tres ocasiones de que lo enterraran en la misma tumba con St. John: "Deseo con todo mi corazón ser enterrado en la tumba del padre Ambrose St. John -y doy esto como mi última, mi imperativa voluntad", escribió, para luego añadir: "Esto confirmo e insisto".

John Henry Newman (izquierda) y Ambrose St. John (derecha)

Newman murió de neumonía el 11 de agosto 1890 a los 89 años. De acuerdo con sus deseos expresos, lo enterraron con St. John. La cubierta sobre su ataúd llevaba su escudo personal con el lema latino, "Cor ad cor loquitur" (el corazón habla al corazón), que adoptó cuando se convirtió en cardenal. Su lápida conjunta está inscripta con el lema en Latín elegido por Newman: "Ex umbris et imaginibus en veritatem" (hacia fuera de las sombras y los reflejos de la verdad").

Escudo de armas con el lema de John Henry Newman "El corazón habla al corazón" (Fuente: Wikimedia Commons)

Durante el proceso de beatificación, el Vaticano trató de violar la voluntad de Newman de ser enterrado con su amado compañero. Funcionarios del Vaticano esperaban excavar y remover sus restos en preparación para su beatificación. La controversia se produjo ya que algunos activistas LGBTI vieron la decisión de interrumpir la tumba compartida como un intento de separarlos y encubrir la parte queer de la vida de Newman. Sin embargo, cuando la tumba fue abierta en 2008, los restos se habían descompuesto completamente, sin dejar nada que se pudiera separar.

"John Henry Newman"
de Robert Lentz, OFM.
©
www.trinitystores.com
El legado de Newman es de gran alcance. Debido a que Newman fue un alumno excelente, centros católico-romanos en los campus universitarios de Estados Unidos de Norteamérica llevan el nombre de él. Newman cuenta su propia historia en su aclamada autobiografía espiritual, Apologia pro vita sua. Es conocido por escribir el poema "El sueño de Geroncio" y el  himno popular "Divina Luz".

Su teología de la amistad y su énfasis en la conciencia son a la vez importantes para las personas LGBTi y sus aliadas y aliados. Aunque la Iglesia Católica Romana tiende a fruncir el ceño en amistades especiales entre sacerdotes, monjas o monjes, Newman enseñó: "El amor de nuestros amigos privados es el único ejercicio preparatorio para el amor de todos los seres humanos." También predicó: "La mejor preparación para amar al mundo en general, y amarlo debida y prudentemente, es cultivar nuestra  amistad íntima y afecto hacia quienes están inmediatamente cerca nuestro".

Terence Weldon en su libro Querificando la Iglesia explica cómo las enseñanzas de Newman sobre la conciencia sentó las bases para los cristianos LGBTI de hoy: "Como teólogo, el cardenal Newman jugó un papel importante en el desarrollo de la formulación moderna de la primacía de la conciencia, que es de fundamental importancia para católico-romanos LGBTI que rechazan en conciencia las enseñanzas usuales sobre la sexualidad; o la alta proporción de parejas heterosexuales que rechazan "Humanae Vitae".

Este artículo está ilustrado con iconos de Newman por Robert Lentz y William McNichols. Ambos artistas se enfrentaron  a controversia por sus íconos alternativos que afirman a personas LGBTI.

Newman es honrado por la Iglesia Católica Romana el 9 de octubre, aniversario de su conversión del anglicanismo al catolicismo romano en 1845. Naturalmente la Iglesia Anglicana eligio una fecha diferente para el día de la festividad de Newman: el aniversario de su muerte el 11 de agosto de 1890.

Con su beatificación, el beato Newman está ahora a sólo un paso de ser reconocido oficialmente como santo. Sin embargo, Newman ya es un santo en el corazón de muchos, incluyendo a las personas LGBTI que se inspiran en su vida y en su amor.

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Nota de la autora: me decidí a escribir esta entrada íntegramente sobre el amor entre Newman y St. John, cuando descubrí que no se había hecho todavía en la Internet desde una perspectiva positivamente LGBTI. Yo era una de las muchas bloggers en ambos lados que escribieron sobre si Newman era gay en el momento de su beatificación, citando algunos hechos. Pensé que haría una actualización rápida centrándome en sus logros y en su relación con St. John.

Sin embargo, a medida que me metí en el estudio de su vida, me sorprendió mucho lo convincente de su historia de amor y lo difícil que era encontrar una visión general de su relación con St. John a través de la Internet. Los detalles de su profundo amor por los demás están disponibles en la Web, pero sobre todo en los sitios web que tienen como objetivo demostrar que no eran homosexuales. Es curioso cómo se termina apoyando el mismo punto que están tratando de desacreditar. Así que puse todo junto desde un punto de vista queer.

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Enlaces relacionados:

Beato John Henry Newman (Sitio "Católico y Gay")

El cardenal John Henry Newman era Gay? (NPR)

Un aspirante a santo era gay? (Time.com)

Cardenal John Henry Newman y el padre Ambrose St John (Idle Speculations Blog) (con extensas citas de los escritos de Newman sobre St. John)

Reflexiones sobre la vida y el legado de John Henry Newman (Wild Reed)


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Esta entrada es parte de la serie Santos GLBTI por Kittredge Cherry en el blog Jesus in Love [Jesús enamorado]. Ese blog presenta en las fechas adecuadas durante todo el año tanto santas y santos como mártires, héroes, heroinas y personas consagradas de especial interés para las personas gays, lesbianas, bisexuales, transexuales e intersexuales (GLBTI) y sus aliadas y aliados.


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domingo, 9 de agosto de 2015

Beato Juan de La Verna: Un fraile besado por Jesús



Jesús abraza al Beato Juan de La Verna en el árbol de haya
(Fuente: tomado de una biografía de 1883 por Ermenegildo Da Chitignano)

El Beato Juan de La Verna fue un fraile medieval italiano conocido por sus visiones de besar y ser besado por Jesús. Su festividad se celebra el día de hoy (9 de agosto). Juan también tuvo una intensa relación con su compañero, el fraile y poeta Jacopone da Todi.

Los escritores tradicionales han hecho "gimnasia del género" a fin de ocultar el contenido homoerótico en las experiencias de Junn. Sin embargo, el erudito franciscano Kevin Elphick propone al Beato Juan como santo queer en el siguiente artículo escrito exclusivamente para el blog Santos Queer.

La investigación de Elphick incluye un viaje reciente (2014) a la capilla, ermita y tumba del Beato Juan en el monte La Verna, en el centro de Italia. Elphick termina su artículo con una Posdata del relato personal vívido al describir lo que sucedió cuando visitó el monte La Verna y tocó el suelo donde se abrazaron Juan y Jesús.



Un muro de piedra rodea el lugar donde Jesús y Juan abrazaron delante de una capilla
en el monte La Verna 
(Foto por Kevin Elphick)

Beato Juan de La Verna

Escondidos en las bibliotecas mohosas y en los estantes de los conventos y monasterios se encuentran incontables relatos sobre las vidas de santas, santos, beatas y beatos. Estos relatos están allí acumulando polvo, y en muchos casos, completamente olvidados. Con miles de vidas de santas y santos en existencia, es inevitable que algunas de esas historias sean nuestras historias, es decir, las historias de santas, santos, beatas y beatos LGBTIQ a través de los tiempos. Uno de los propósitos del género de escritos sobre la vida de las santas y los santos -conocido como "hagiografías" del término griego hagios (santo)- es asegurarse de que las y los fieles contemporáneos puedan encontrar ejemplos del pasado con los cuales identificarse y modelos personalmente reconocibles de la santidad a fin de emularlos. Debido a esto, ha transcurrido un tiempo de demora para que las comunidades LGBTI finalmente podamos nombrar y reclamar nuestros santos patronos.

Uno de estos candidatos es el Beato Juan de La Verna (también llamado Giovanni della Verna, Beato Juan de Fermo o Giovanni da Fermo), un fraile franciscano que vivió en Italia desde el año 1259 hasta el año 1322 d.C.  Debido a que los términos "gay" y "lesbiana" son categorías contemporáneas, no es apropiado el uso de estas etiquetas como descripciones de figuras históricas. Esto aunque nuestro "radar gay" colectivo esté a menudo en sintonía suficiente para detectar a nuestros camaradas y antepasados LGBTIQ ​​incluso a través de los siglos. Juan de La Verna es una de estas figuras que debe atraer nuestra atención.

El Beato Juan es único a quien la tradición lo describe como "otra María Magdalena" y depende en gran medida de múltiples metáforas femeninas para capturar su espiritualidad y personalidad. Teniendo en cuenta que se unió a una comunidad religiosa de varones a los 10 años de edad, no es de extrañar que su desarrollo psicosexual podría llevarse a cabo en consecuencia con este contexto exclusivamente masculino.

Juan de La Verna se introduce en una obra clásica de la literatura italiana, Las pequeñas flores de San Francisco (en italiano "Fioretti di San Francesco"), un libro que sigue siendo muy conocido e incluso todavía utilizado en las escuelas de Italia. De autor desconocido, este trabajo se ha descrito como "la más exquisita expresión de la vida religiosa de la Edad Media" [1]. Por gran parte de la historia este libro ha sido el relato más popular sobre la vida de San Francisco de Asís, a pesar de su desconocida autoría y su falta de historicidad como fuente genuina de la vida real de San Francisco. Las historias del Beato Juan son los últimos capítulos de ese libro y su autor pinta la imagen culminante de la temprana espiritualidad franciscana y sus personalidades más conocidas. Como tal, Juan es una figura central y decisiva en este libro. Es nombrado como Juan de La Verna, porque vivía con los frailes franciscanos en el monte La Verna, la montaña sagrada donde San Francisco de Asís había recibido las heridas de Cristo como estigmas en una visión mística. La misma montaña se conoce como Alverna en Estado Unidos de Norteamérica y es conocida geográficamente como Monte Penna.

Mientras meditaba bajo un árbol de haya en La Verna, Juan tuvo una visión de besar y ser besado por Jesús. El biógrafo Ermenegildo Da Chitignano coloca la aparición en algún momento antes de la visita del emperador romano, Enrique VII, a Alverna en 1312, después de su coronación en Roma.   Mucho más tarde, después de que el árbol de haya se secó, una pequeña capilla fue construida allí.   Es conocida como la Capilla de la Haya (Cappella del Faggio). El patio en frente de la capilla está rodeado por un muro bajo de piedra con una inscripción explicando que encierra el lugar donde Juan y Jesús pasaron un tiempo juntos.


La inscripción en la pared alrededor del patio donde se abrazaron Jesús y Juan dice:
 "Este es el oratorio del beato Juan de La Verna, donde conversó (pasó el tiempo) con Cristo nuestro Señor. Hay 200 días de indulgencia."
En el viejo sistema de las indulgencias, se dice que una visita piadosa a la capilla puede eliminar 200 días de tiempo del visitante en el purgatorio. (Foto por Kevin Elphick con gratitud a Marco Wooster por la ayuda con traducción del italiano)

El Beato Juan se describe en el Fioretti como uno de los hijos espirituales de San Francisco de Asís, que por su gran sabiduría, es la "gloria de un gran Padre" [2]. Después de una breve introducción biográfica que cubre la infancia de Juan, se cuenta un episodio de la vida adulta de Juan cuando ya es un fraile. Ese incidente se encuentra en el contexto de un período denominado como la "noche oscura del alma" atravesado por el Beato Juan. A continuación de un período de tres años de intimidad como "luna de miel", Dios le retiró su antigua presencia palpable. Antes de esta retirada, Juan había disfrutado "los besos y abrazos intensos del amor místico de Cristo, no sólo en gracias espirituales interiores, sino también en los signos exteriores, como con un amigo íntimo".   

En consonancia con la tradición franciscana, el autor usa el lenguaje de la mística nupcial para describir la relación de Juan con Jesús, donde el lenguaje de romance e intimidad física sirve como metáfora de la unión humana con lo divino. Quizás anticipando las molestias para su audiencia por la lectura de la intimidad, incluso metafórica, entre dos varones, el autor se involucra en una especie de "gimnasia del género", es decir, las idas y venidas del discurso, lo cual sirve para hacerle perder el equilibrio al lector sobre el género dado de Jesús y Juan. En diversos momentos, a cada uno de ellos independientemente se le resigna el género femenino. Al explicar el retiro de Cristo del lado Juan en esa "noche oscura del alma", el autor compara a Jesús como a una madre suspendiendo temporalmente los alimentos:


"Pero Él estaba actuando como una madre con su bebé cuando le retira el pecho para obligarlo a beber la leche con más ganas, y él llora y lo busca, y después de haber llorado, ella lo abraza y lo besa y le permite disfrutar de ella un poco más. Así que el hermano Juan siguió a Cristo ... con mayor fervor y deseo, llorando como un bebé tras  su madre ... "

Alternativamente, el Beato Juan se asemeja a María Magdalena llorando a los pies de Jesús: 


"El Beato Juan derramó tantas lágrimas, que parecía ser otra Magdalena ... tumbado a los pies de Jesús, más dulce, recibió tanta gracia que fue totalmente renovado, y al igual que la Magdalena, fue consolado y pacificado."  

Además de María Magdalena, el autor de el Fioretti homologa a Juan como la doncella del libro bíblico del Cantar de los Cantares. Este libro de la Biblia Hebrea celebra una intimidad erótica entre una mujer y su amado, y se interpreta generalmente como una metáfora extendida de la unión humana y divina. Cuando el Fioretti describe el retiro de Cristo del lado de Juan, utiliza el lenguaje del Cantar de los Cantares y la doncella de la canción para describir la búsqueda de Juan hacia Jesús:


"... Cuando su alma no sintió la presencia de su Amado, en su angustia y tormento vagó por el bosque, corriendo de aquí para allá, buscando y llamando en voz alta con lágrimas y suspiros a su querido amigo que recientemente lo había abandonado y se había ocultado ..."

Compárese esto con la experiencia de la doncella del Cantar de los Cantares 3.1-2:


"Por las noches, sobre mi lecho,

    busco al amor de mi vida;

    lo busco y no lo hallo.

 Me levanto, y voy por la ciudad,

    por sus calles y mercados,

buscando al amor de mi vida.

    ¡Lo busco y no lo hallo! " 

Para el autor de el Fioretti, Cristo es "el amor de mi vida [de Juan]." A su vez, la transformación femenina de Juan es tan completa, que sin Cristo el Esposo, Juan declara en el Fioretti: "Sin ti soy estéril ..."  


Jesús abraza al Beato Juan en el árbol de haya en una pintura de 1521 por Aretino Intorno
ubicada en la Capilla de la Adoración en el Monte La Verna

Cuando Cristo finalmente se le aparece al Beato Juan, el Fioretti utiliza el comentario de San Bernardo de Claraval sobre el Cantar de los Cantares para explicar las etapas de la intimidad que Juan va a disfrutar. Primero un beso a los pies de Cristo en un movimiento de penitencia. En segundo lugar un beso en las manos de Cristo, que significa la "gracia de vivir una buena vida": "El segundo es dado a aquellos que están haciendo progresos" (Sermón 4, I.1). Por último, hay un tercer beso, un beso en la boca. El beso en la boca es la unión contemplativa con Dios hacia la que todos deben esforzarse. "Oh feliz beso ... que es ... la unión de Dios con el ser humano" (Sermón 2, II.3). Dicho sea de paso, vale la pena señalar que para Bernardo, este "beso" de unión es en última instancia, una participación en la amorosa del "beso" de la Primera y Segunda Personas de la Trinidad, que conocemos como el Espíritu Santo.

La dependencia del Fioretti en el comentario de San Bernardo es explícita, pues el manuscrito más antiguo dice: 


"Si alguien quiere saber sobre esto, lea a Bernardo sobre el Cantar de los Cantares, que pone estas etapas existentes en función de su orden: a saber, los principiantes en los pies, los avanzados en las manos, y los perfectos en el beso y abrazo" [3]. 

Así el Fioretti hace que Juan sobresalga a través de estas etapas:


"Porque él inmediatamente se arrojó a los pies de Cristo, y el Salvador le mostró sus benditos pies, sobre los que el Hermano Juan lloró ... Ahora, mientras el hermano Juan estaba orando fervientemente, tumbado a los pies de Cristo, recibió tanta gracia que se sentía completamente renovado y pacificado y consolado, como la Magdalena ... y comenzó a dar gracias a Dios y humildemente besar los pies del Salvador".


Tras las etapas propuestas por Bernardo, el Hermano Juan dio el próximo paso al besar las manos de Jesús:


" Cristo ofreció sus santísimas manos y las abrió para que él las besara. Y mientras los abrió, el ​​Hermano Juan se levantó y besó sus manos".

Sin embargo, el autor del Fioretti aparentemente se desvía de las etapas de Bernardo al modificarlas ligeramente para un encuentro entre el dos varones: Jesús y el fraile Juan. En lugar de la etapa específica de Bernardo del "beso en la boca," el autor bajó el tono cambiándolo por un beso en el pecho de Cristo.


"Y cuando las había besado [las manos de Cristo], se acercó y se apoyó en el pecho de Cristo, y lo abrazó, y besó a Jesús en su santo seno. Y del mismo modo Cristo lo abrazó y lo besó." 


Si bien existe una dependencia explícita textual sobre el Cantar de los Cantares y el comentario de Bernardo sobre este, nuestro autor parece reacio a pintar la imagen verbal de Cristo y Juan besándose en la boca, pues cambia el contenido en lugar de modificar los escenarios con un beso modesto y reverencial hacia Cristo como madre. La tradición franciscana puede haber influido en este uso de la imagen de besar el pecho quizás como una mayor intimidad: Santa Clara de Asís había soñado siendo amamantada por Francisco y Santa Ángela de Foligno en éxtasis besada por Cristo como madre. Sin embargo, es más probable que nuestro autor fuera reticente a retratar a Juan y a Jesús besándose en la boca. Con el telón de fondo de Juan como María Magdalena y Cristo como la nodriza, el lector puede estar comprensiblemente confundido y distraído, pero no al punto de que dos hombres besándose escaparan del escrutinio Medieval.

Aún así, nos queda clara la intimidad física entre Juan y Jesús. Lo que se describe aquí no debe interpretarse como metáfora o etapas exclusivamente figurativas, sino como una aparición corporalmente real de Jesús al Beato Juan. Como la aparición tuvo lugar, el monte La Verna en Italia, una capilla y un patio vallado marcan ese lugar físico donde Cristo apareció y abrazó a Juan. El autor pretende que el lector comprenda como un hecho que Juan y Jesús se besaron, se abrazaron, y se unieron cada vez más íntimamente en ese lugar santo.

Única en la tradición franciscana es la práctica de redireccionar los intereses "carnales" de los objetos terrenales y en su lugar dirigirlos hacia la carne encarnada de Jesús. Si la inclinación humana ha de ser atraída por la carne humana, la tradición franciscana responde mediante la explotación de esta inclinación y en su lugar la apunta hacia el Dios hecho carne. El libro de meditación franciscano, Estímulo Amoris, escrito en Italia durante la vida de Juan, expresa mejor esta práctica. Escribiendo desde la perspectiva de Dios Padre explica: 


"Era necesario, por tanto, porque el alma se había vuelto demasiado enamorada de la carne, para mi Hijo que se encarnada con el fin de atraerla hacia mí y mi amor" [4].

Así, la Divinidad se oculta bajo la carne, para que nuestra propensión a la carne pueda ser explotada. Una vez más el Estímulo Amoris explica: 


"Si, pues, oh alma, te quiero carne, entonces en el amor no hay carne, sino la carne de Cristo" [5].


Al besar la carne de Cristo, Juan de La Verna es un ejemplo perfecto de esta tradición. Sus besos le mueven con eficacia desde los pies de Cristo hacia arriba con el fin de experimentar el aumento de la intimidad con Dios, desde sus pies, luego a sus manos, y aún más arriba hasta el pecho del Salvador.

Mientras que nuestro autor del Fioretti parece fallar en reproducir la etapa prescripta por Bernardo del "beso en la boca",  estaba claro que se siente cómodo con la imagen de Juan besando el cuerpo de Jesús, los pies, las manos y el pecho, mienrtas ambos se abrazan. Igualmente, la comunidad de frailes en el monte La Verna a la que Juan pertenecía, no sólo se siente cómoda con esta imagen, sino que consagra en una capilla y un patio cercado la preservación de esa memoria, así como también representa en pinturas aquel evento sagrado. Tal vez al final el autor del Fioretti fue fiel al requerimiento de San Bernardo del "beso en la boca", porque la aparición concluye con Cristo respondiendo a lo físico de Juan pues el mismo Cristo por su parte "abraza y besa" a Juan. Se libra a la imaginación del lector cómo Jesús besó a Juan. Estaría totalmente de acuerdo con la teología de Bernardo afirmar que este "beso en la boca" beatífico es en realidad la iniciativa propia de Dios y no del ser humano. Nuestro autor se vería entonces en la necesidad de señalar la imaginación del lector en esta dirección prevista, mientras tímidamente evita pintarlo totalmente en palabras, sólo dando a entender en referencia velada esta teofanía erótica.

Jacopone da Todi
en un fresco
de Paolo Uccello
Una última instantánea completa la imagen del Beato Juan de La Verna: su amistad con su compañero, el fraile franciscano y poeta, Jacopone da Todi (1230-1306). Los Escritos de Jacopone, sus laudes, se consideran como "la más poderosa poesía religiosa en Italia antes de la época de Dante" [6]. Japone también experimentó un matrimonio espiritual con Cristo, y tiene mucha afinidad con las experiencias místicas de Juan. Su 63avo. Laud está escrito específicamente para el hermano Juan y con la intención de consolarlo durante su noche oscura del alma. Dentro de los escritos altamente emotivos de Jacopone, este poema de consuelo para el Beato Juan es considerado "una de las páginas más conmovedoras de los laudes" [7].   En ese poema, Jacopone simpatiza con la aridez espiritual de Juan y le recuerda que "es una gran cosa ser llenado con Dios ... casado con reverencia" [8].

Los Laudes de Jacopone están llenos de imágenes de Cristo como el único y verdadero Esposo de la humanidad, que a su vez es su novia. La visión espiritual compartida de Jacopone y Juan es evidente. Como compañeros en el convento, ambos se conocían como hermanos. La profundidad de su relación se pone de manifiesto en el lecho de muerte de Jacopone, cuando convocó a Juan de La Verna a viajar desde lejos para estar a su lado. Jacopone se negó a morir hasta ser consolado con la presencia de Juan por última vez. Era la víspera de Navidad, y se aferró a la vida hasta que el Beato Juan llegó. Finalmente sólo expiró después de que el Beato Juan le dio la  Eucaristía, comunicándole la carne de su Esposo compartida con él, al tiempo que Jacopone trascendió hacia las bodas eternas. Jacopone confiaba sólo en el beato Juan para que le librase de forma segura hacia los brazos de su amado.

Después de muchos años dedicados a la contemplación en La Verna, Juan pasó sus últimos años predicando en Florencia, Pisa, Siena y otras ciudades italianas. Murió en el monte La Verna a los 63 años de edad el 9 de agosto de 1322.

Con su ejemplo, Juan de La Verna nos insta también a entrar en el mismo abrazo de Jesús, nuestro verdadero Esposo. Él nos enseña que la carne de Cristo es refugio seguro, y la intimidad física con Cristo es salvación. Recuerda para nosotros la máxima de que "La carne es soporte de la salvación" [9]. El Beato Juan de La Verna se aferró a la carne de Jesús y lo besó en su santo cuerpo, sabiendo que esa era su salvación. Disfrutó del toque de Jesús sobre su propia carne y el cálido abrazo del Salvador. Como María Magdalena, con quien se lo compara, Juan besó los pies sagrados de su Salvador. Sin embargo, a diferencia de la Magdalena, Jesús no le dijo "no me toques" (Jn 20.17). Por el contrario, Juan encuentra en Jesús un amante sensible que "asimismo lo abrazó y lo besó". En Juan de La Verna encontramos una sana espiritualidad erótica dirigida por un devoto masculino hacia un Jesús plenamente humano y masculino. Esta tradición literaria y franciscana no sólo tolera el misticismo homoerótico de Juan de La Verna, sino que lo presenta como paradigmática y ejemplo. Celebramos también la espiritualidad erótica de Juan e imitemos sus apasionados besos y abrazos con Jesús. Para nuestras comunidades LGBTIQ, Juan de La Verna ya es un santo patrón y modelo para nuestro propio viaje espiritual. En él hemos escuchado nuestras propias historias y ahora debemos viajar por caminos igualmente boscosos hacia nuestro propio encuentro con el Amado Divino.


Posdata
Mi viaje al Monte 
del Beato Juan de la Verna en Italia

En junio de 2014, tuve el privilegio de visitar el monte La Verna con un grupo de peregrinos. Mientras que San Francisco de Asís y sus estigmas fueron el foco central de La Verna, estaba agudamente consciente de que esta montaña sagrada también había sido la bendecida casa de Juan junto con su comunidad de frailes. Quería visitar el sepulcro de Juan, su capilla y su ermita, y saber algo de la naturaleza salvaje del monte La Verna que habían contribuido a la espiritualidad terrenal de Juan.



La tumba del beato Juan de La Verna
(Fuente: Wikipedia.org)

En el Santuario de La Verna, el sepulcro del Beato Juan se encuentra justo a la izquierda, dentro de la Basílica. Allí, con el interior oscurecido, me acerqué y me arrodillé a orar, colocando mi mano sobre su sepulcro. Yo había traído conmigo pequeñas medallas religiosas para tocar al sepulcro, para que yo pudiera más adelante compartirlas con amigos como reliquias. Con ellas toqué a su lugar de descanso bendecido. Un fraile franciscano, el Padre Mario, estaba sentado cerca, en un confesionario, acordando para bendecir estas medallas sólo después de que entré vacilante del lado del penitente. Invocó una larga oración en italiano, hizo la señal de la cruz (que yo imité, tocándome la frente, los hombros y el pecho), seguido de mis profusas gracias a él en Inglés.

Desde la Basílica, subí más arriba en la montaña, llegando finalmente a la Capilla del Beato Juan, con su patio cercado para proteger el espacio sagrado donde habían abrazado Jesús y Juan. En una pista de atletismo, un grupo de escolares exuberantes eran conducidos pasando en una excursión banderas colocadas al inicio y al final de su línea. Encontré la puerta de la capilla cerrada y asegurada con un candado oxidado, así que estaba contento de pagar la reverencia con solo besar el dintel de la puerta. Volviendo al patio, me arrodillé y toqué el suelo. Quité la cruz de alrededor de mi cuello y la puse en el suelo, con la esperanza de que sería tocar el mismo lugar donde Jesús y Juan habían estado, venerando el piso sobre la que caminaban. Después de algún tiempo dedicado a reflexionar sobre su profundo amor, me levanté y seguí más arriba en el monte La Verna.



La ermita donde vivió el beato Juan 
(foto de Kevin Elphick)

Me encontré especialmente atraído a su ermita, ubicada más arriba en la ladera del monte, pero rodeado de escarpadas rocas y una empinada caída al precipicio. Me acordé de los versos del Cantar de los Cantares (2.14): 


"Paloma mía, que estás en los agujeros de la peña, 
en lo escondido de escarpados parajes, 
Muéstrame tu rostro, hazme oír tu voz; 

Porque dulce es la voz tuya, y hermoso tu aspecto".


Juan había sido esa hermosa paloma, escondida en esta ermita en el monte, accesible sólo a su Amado. Con un terreno escarpado que rodea su ermita, sólo pude tocar un lado del edificio, capaz de mirar en una sola ventana. Yo estaba cada vez más convencido de que la inaccesibilidad de la ermita fue intencional, para que John pudiera estar a solas con su Amado, como también dice el Cantar de los Cantares 2.7:


"Yo os conjuro, oh doncellas..., 
Por los corzos y por las ciervas del campo, 
Que no despertéis ni hagáis velar al amor, 

Hasta que quiera".


Yo sabía que un poco más allá, juntos descansaban en un lugar apenas visible, para no ser perturbados de su descanso conyugal compartido. En silencio apreté mi mano a la pared de piedra de la ermita hasta que mi respiración se desaceleró a su mismo ritmo, y juntos a ellos suspiré mientras estos amantes enclavados, yaciendo con sus cuerpos estrechados en el contentamiento saciado. La santidad era palpable aquí, como una niebla que engendra al rocío.

Mientras me alejaba, un pequeño rayo me llamó la atención. Era algo pequeño ubicado en un afloramiento de roca, delicado y tranquilo. Mirando más de cerca, descubrí la más pequeña de las figuras: un Niño en un pesebre, acompañado únicamente por un abrigo. Un acto de devoción que otro peregrino dejó para honrar la memoria de Jesús y Juan. Nada podría haber sido más apropiado. Para cuando nació ese niño, el cielo y la tierra estaban casados. Lo humano y lo divino estaban comprometidos. Jesús ya estaba en camino para cumplir con el beato Juan quien había encontrado lo que buscaba en La Verna.



[1] "Fioretti di San Francesco d'Assisi". Enciclopedia Católica. Nueva York: Robert Appleton Company, 1913.

[2] Las citas del Fioretto se toman de Las pequeñas flores de San Francisco, traducido por Raphael Brown (Nueva York: Image Books, 1958) y Francisco de Asís: Los primeros documentos: el Profeta (Nueva York: New City Press, 2001). Este último es el recurso más definitivo para la exactitud de la traducción y de la tradición manuscrita.

[3] Los primeros documentos, p. 533.

[4] El amor de la incitación y el Cántico de Aquel que es pobre para el Amado (Phoenix, AZ: Tau Publishing, 2013), p. 38.

[5] Estímulo Divini Amoris: Ese es el aguijón del Amor Divino (Nueva York: Benziger Brothers, 1907), p. 3. Amor de incitación y el aguijón del Amor Divino, aunque un nombre diferente, son las dos versiones inglesas del Estímulo Amoris.

[6] Jacopone da Todi, El Laudes, Nueva York: Paulist Press, 1982, p. xix.

[7] Ibid. p. 59.

[8] Ibid. p. 193.

[9] "Caro salutis cardo." Tertuliano, De carnis Resurrectione, VIII.

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Kevin Elphick

Kevin Elphick es un erudito franciscano y un supervisor en la línea telefónica de prevención del suicidio en la ciudad de Nueva York. Escribió una tesis sobre "La liminalidad del género en las fuentes franciscanas" para la obtención de su grado de maestría en estudios franciscanos de la Universidad de San Buenaventura en Nueva York. Elphick también tiene una maestría en Estudios Religiosos del Mundelein College en Chicago y un Doctorado en Ministerio del Graduate Theological Union en Berkeley, California, con un enfoque en ecumenismo. Escribe regularmente para el Blog Jesus in Love [​​Jesús enamorado] sobre temas gay franciscanos, entre ellos Francisco de Asís y la Madre Juana de la Cruz. Desde el 17 de agosto de 2014, Elphick pertenece a las Hermanas de San Francisco en Nueva York como asociado laico.

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Enlaces relacionados:

Juan de La Verna (Wikipedia.org)

Beato Juan de Fermo (Catholic.net)

Álbum de fotos del viaje de Kevin Elphick a La Verna

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Esta entrada es parte de la serie Santos GLBTI  por Kittredge Cherry en el blog Jesus in Love [Jesús enamorado]. Ese blog presenta en las fechas adecuadas durante todo el año tanto santas y santos como mártires, héroes, heroinas y personas consagradas de especial interés para las personas gays, lesbianas, bisexuales, transexuales e intersexuales (GLBTI) y sus aliadas y aliados.


Esta entrada es una traducción de "Blessed John of La Verna: A Friar Kissed by Jesus" del blog Jesus in Love. Traducción de Hugo Córdova Quero.

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