martes, 21 de julio de 2015

Simeón de Emesa y Juan: un “santo loco” y un ermitaño que se amaban mutuamente

"Simeón y Juan", de Jim Ru

Los monjes sirios del siglo VI, Simeón y Juan, se comprometieron en una unión entre personas del mismo sexo y vivieron juntos como ermitaños del desierto cerca de 29 años. Después de una sentida escisión, Simeón pasó a ser conocido como el Santo Loco de Emesa, el santo patrón de todos los santos locos (y titiriteros). Su festividad se celebra el día de hoy, 21 de julio.

Estos santos bizantinos son importantes para las personas LGBTI por su unión amorosa como personas del mismo sexo  y el rol que Simeón jugo en el desarrollo de los "santos locos". En la tradición de los "locos por Cristo", creyentes deliberadamente desafiaban las normas sociales con fines espirituales.  Las personas cristianas LGBTI, que se enfrentan a los insultos de ambos lados por ser gays y cristianas, pueden relacionarse con las motivaciones y experiencias de los santos locos.

Simeón el Santo Loco  (o Simeón Salus) de Emesa (c.522-c.588) y Juan de Edesa eran íntimos amigos desde la infancia, a pesar de que Simeón era seis años mayor. Ambos provenían de familias adineradas. Cuando Simeón tenía 30 años, hicieron una peregrinación a Jerusalén. En el viaje de regreso ambos estaban llenos de un deseo irresistible de abandonar a sus familias y unirse a un monasterio juntos.

Ambos tomaron los votos en el monasterio de Abba Gerásimo en Siria. Los dos hombres fueron tonsurados por el abad quien los bendijo juntos en una versión monástica temprana de la ceremonia de adelphopoiesis, un  ritual de "hermanación" que el historiador John Boswell llama "unión entre personas del mismo sexo". En ese ritual se hacía referencia de los participantes como el " novios puros (nymphoi) de Cristo".

Pronto los dos se fueron juntos a vivir como ermitaños en el desierto cerca del Mar Muerto, donde podían practicar ejercicios espirituales en la soledad. No hay ninguna sugerencia de que su relación era sexual. Sin embargo compartieron una vida juntos en el desierto con toda la intensidad emocional de una pareja del mismo sexo por 29 años.

En ese momento, Simeón decidió dejar a su compañero de tan largo tiempo y trasladarse a la ciudad de Emesa, en el actual Líbano. Quería hacer obras de caridad y mofarse de las normas sociales como un "loco por Cristo." Juan le rogó que no se fuera. La súplica apasionada de John se registra en el libro "Simeón el Santo Loco "de Derek Krueger:

"Por favor, por el amor del Señor, no me dejes miserablemente. Porque yo todavía no he llegado a ese nivel, para que pueda burlarme del mundo. Más bien por el bien de aquel que nos unió, no quieras separarte de tu hermano. Tú sabes que, después de Dios, no tengo a nadie excepto a ti, mi hermano, pues renuncié a todo al estar destinado a ti, y ahora tú deseas dejarme en el desierto, como en un mar abierto. Recuerda el día en que lo echamos a suerte y fuimos a Lord Nikon, y nos pusimos de acuerdo para no separarnos el uno del otro. Recuerda la hora temerosa cuando estábamos vestidos con el hábito santo, y ambos éramos como una sola alma, que todos se maravillaban de nuestro amor. No te olvides de las palabras del gran monje... Por favor, no hagas que yo muera y Dios te exija cuentas de mi alma".

Incluso este apremiante llamamiento no cambió la mente de Simeón. En su lugar, invitó a Juan a una larga e íntima sesión de oración, como describe Krueger:

"Después de haber orado por muchas horas y haberse besado en el pecho y bañado con sus lágrimas, Juan soltó a Simeón y viajó con él una larga distancia, pues su alma no le permitía separarse de él. Cava vez que Aba Simeón le decía: 'Vuélvete, hermano", Juan oía estas palabras como si un cuchillo le separara de su cuerpo, y otra vez le preguntaba si podía acompañarlo un trecho más. Por lo tanto, cuando Aba Simeón finalmente lo forzó, se volvió a su celda mojando la tierra con las lágrimas".

Simeón se fue a ayudar a los pobres, sanar a los enfermos y hacer otras buenas obras en Emesa. Con el fin de evitar la alabanza pública, sorprendía a la gente de forma deliberada como si estuviera loco, haciéndose un "santo loco".

Poco antes de su muerte, Simeón tuvo una visión en la que vió a su querido Juan llevando una corona con la inscripción: "Por tu resistencia en el desierto."

Simeón y Juan fueron honrados juntos como santos el 21 de julio en muchos calendarios antiguos. En el siglo 16 César Baronio los separó y se trasladó a Simeón al 1 de julio, pero algunas tradiciones aún hoy los siguen celebrando juntos el 21 de julio.

El artista Jim Ru tuvo la inspiración de pintar a Simeón y Juan como una pareja, con las palabras fervorosas de Juan a su amado: "Por favor, no hagas que yo muera y Dios te exija cuentas de mi alma". La pintura fue exhibida en su exposicion  "La fe trascendente: Santos Gays, Lesbianas y Transexuales" en Bisbee, Arizona, Estados Unidos, en la década de 1990.
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Más recursos:
Simeón el Loco (Salos) (Catholic.net)

"Simeón el Loco Santo: La vida de Leoncio y la Ciudad Antigüedad tardía" de Derek Krueger (Berkeley: University of California Press, 1996).

Simeón el Loco (Wikipedia)

Esta entrada es parte de la serie Santos GLBTI  por Kittredge Cherry en el blog Jesus in Love [Jesús enamorado]. Ese blog presenta en las fechas adecuadas durante todo el año tanto santas y santos como mártires, héroes, heroinas y personas consagradas de especial interés para las personas gays, lesbianas, bisexuales, transexuales e intersexuales (GLBTI) y sus aliadas y aliados.

Esta entrada es una traducción de "Symeon and John: Holy fool and hermit who loved each other" del blog Jesus in Love. Traducción de Hugo Córdova Quero.

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