Mártires de Uganda (con San Carlos Lwanga en el centro) por Albert Wider
(Fuente: Wikimedia Commons)
Preguntas difíciles acerca de la homosexualidad, la religión y los derechos LGBTI son creados por los mártires de Uganda, cuya festividad se celebra el 3 de junio.
Cuarenta y cinco varones ugandeses, pajes en la corte del rey, se negaron a tener relaciones sexuales con el rey de Uganda después de que se convirtieran al cristianismo y por lo cual fueron ejecutados. Muchos fueron quemados hasta la muerte el 3 de junio de 1886. Estos niños y jóvenes fueron canonizados por la Iglesia Católica Romana, la Iglesias Anglicana y las Iglesias Luteranas, dejando algunas verdades ocultas bajo sus halos.
¿La experiencia de los mártires de Uganda ilustra un rey gay siendo oprimido y demonizado por los cristianos conservadores? ¿O se ejemplifican los cristianos heroicamente tratando de rescatar a los niños del abuso sexual por parte de un rey pedófilo? ¿Los cristianos le enseñaron a estos joven africanos a tener vergüenza de sus propios deseos por personas del mismo sexo? ¿O es que los cristianos dan dieron a estos pajes una forma de rechazar la violación por parte de un gobernante con autoridad absoluta? ¿Tal vez la verdad se encuentra en algún punto intermedio? ¿Cómo puede la historia interpretarse de manera que la comunidad LGBTI ugandesa tenga igualdad de acceso a la justicia y a Dios?
Los mártires de Uganda son poco conocidos en Occidente, pero son famosos en gran parte de África y otras partes del mundo. El Día de los Mártires, el 3 de junio, es un día de fiesta nacional en Uganda. La historia lo llama el "más célebre relato de pasión y martirio del cristianismo africano" por el erudito religioso Kenneth Hamilton. Este año se cumplen el 50˚ aniversario de su canonización. la cual era oficiaba en 1964 por el Papa Pablo VI.
Los cuarenta y cinco mártires fueron ejecutados en 1886, pero aun hoy son importantes en Uganda, centro del debate mundial sobre la homosexualidad y el reciente estreno de la película "Dios ama Uganda." El premiado documental expone el papel de misioneros evangélicos norteamericanos en la persecución de LGBTI africanos y la promoción de la ley más dura contra la homosexualidad en el mundo. La cual fue recientemente abolida ante la presión de organismos de derechos humanos y gobiernos de diversas naciones.
Una vez más los cristianos LGBTI se ven atrapados en el medio pues tanto cristianos conservadores como defensores de los derechos LGBTI utilizan la historia de los mártires de Uganda para sus propios argumentos. Quizás esta posición incómoda da una perspectiva que puede arrojar nueva luz sobre el caso. Lo que si es cierto es que la historia no encaja perfectamente en los debates habituales sobre la iglesia frente a la homosexualidad.
Los mártires de Uganda han sido utilizados para inculcar la homofobia y, como dijo el Papa Juan Pablo II, "para llevar a Uganda y a toda África a Cristo". La historia entreteje la homofobia, el racismo y el imperialismo que todavía afectan al mundo contemporáneo. Los conservadores cristianos juegan con el aspecto sexual de la historia en detalles salaces para ganar adeptos, desacreditar el movimiento de los derechos LGBTI y promover la "castidad". En el otro extremo, los defensores de los derechos LGBTI utilizan la historia para demostrar que la homosexualidad era originario de África, no una "importación occidental", como afirma la facción anti-gay. Estos últimos tienden a ignorar la diferencia entre el libre ejercicio de la sexualidad y la violación, mientras que ambos lados desdibujan la línea entre la homosexualidad y la pedofilia.
Para mí, la historia lleva de nuevo a las mismas preguntas que las personas de fe están lidiando en todo el mundo en la actualidad: ¿Cómo pueden las iglesias cristianas condenar el abuso sexual mientras al mismo tiempo afirman la bondad de la sexualidad, incluyendo las relaciones entre personas del mismo sexo? La búsqueda de una nueva ética sexual LGBTI-afirmativa se expresa en libros como "El sexo como Dios manda" por el sacerdote gay y psicoterapeuta John McNeill y "La sexualidad y lo Sagrado", editado por James B. Nelson y Sandra P. Longfellow.
Vi "Dios ama Uganda" por primera vez hace unos meses, cuando fue transmitido en el canal PBS de los Estados Unidos de Norteamérica (y luego lanzado en formato DVD). Muchos autores han elogiado la película, así que me centraré aquí en las preguntas que este film me planteó a mí.
Estoy de acuerdo en que los evangélicos norteamericanos azuzan sentimientos anti-LGBTI en Uganda para alimentar su propio poder y ego. También estoy de acuerdo que los activistas LGBTI estadounidenses deberían participar en cierta medida en Uganda para contrarrestar el odio que se está importando. Gracias en parte a la película, la nueva ley Ley contra la Homosexualidad de Uganda primero se alivió de manera que la homosexualidad se castigaría con pena de prisión, y no con la pena de muerte. Finalmente la ley fue derogada.
Sin embargo, ¿qué quieren realmente los ugandeses, al margen de toda esta influencia externa? Antes europeos trajeron el cristianismo y el colonialismo a tierras africana, ¿Qué pensaba la gente de Uganda acerca de la homosexualidad?
Es difícil de decir. Realicé mucha investigación aunque respuestas fiables no son fáciles de encontrar. Sara Weschler ofrece las ideas de un extranjero que trabaja en Uganda en su artículo, "How the West Was Wrong: Malentendido Derechos Gay Crisis de Uganda hace peor" en Ttruthdig.com:
"Uno de los problemas con el activismo LGBT occidental en contraposición al de Uganda es que es llevado a cabo en gran parte por personas que saben poco sobre el país más allá de su postura sobre la orientación sexual ... Los derechos de la personas homosexuales llegarán a Uganda, pero lo harán lentamente, y lo harán sólo como parte de un movimiento más amplio en pos de la justicia social en el país".
Al igual que muchos informes progresistas sobre Uganda y la homosexualidad, la película "Dios ama Uganda" ni siquiera menciona a los mártires de Uganda. Es más fácil omitir la verdad incómoda de la explotación sexual masculina en el pasado. Pero ninguna historia de la homosexualidad en Uganda está completa sin hablar de los mártires ugandeses asesinados en 1886.
Ofrezco aquí una mirada más cercana a lo que pasó. Los mártires de Uganda murieron en un momento de grandes cambios y del choque de culturas en Uganda. Los primeros misioneros cristianos habían llegado allí sólo una década antes, en 1877. Los árabes introdujeron el Islam en Uganda más o menos al mismo tiempo. Estamos a un par de años de que los colonizadores británicos anexaran el país al Imperio Británico en 1884.
El rey Mwanga II de Bugunda, ahora parte de Uganda, mantenía relaciones sexuales por decreto con los jóvenes (y quizás niños) que servían en la corte como pajes. Debido a esto, ha sido llamado "el homosexual más famoso de África". Sin embargo, tal vez su sexualidad era más compleja. Tenía esposas e hijos, por lo que podría haber sido bisexual. Ha sido también etiquetado como un pedófilo, pero él también era un adolescente que comenzó a reinar a los dieciséis años y estaba a punto de cumplir los dieciocho años en el momento de las ejecuciones. Mas allá de la edad de sus parejas sexuales, requerir servicios sexuales bajo pena de muerte es más como violación que sexo gay entre adultos que lo consienten. El mártir más joven, San Kizito, estaba a punto de cumplir catorce años.
La crisis comenzó cuando paje favorito del rey Mwafu se unió a otros para resistir a sus demandas sexuales. Los pajes reales eran miembros de la élite, hijos de
los nobles y jefes del reino, pero servían en la corte del rey. Algunos de ellos se convirtieron al cristianismo y comenzaron a negarle al rey Mwanga el "placer" habitual,
por lo que el rey reunió a los pajes y les ordenó elegir entre él y el cristianismo. Sólo tres eligieron al rey. El resto de las pajes fueron condenados a la pena de muerte. Un gran grupo marchó a dieciséis kilómetros para ser quemados hasta la muerte en la colina de Namugongo, donde una capilla ha sido construida en su honor. Cuando se llevó a cabo la matanza, las víctimas eran veintitrés cristianos (anglicanos y católicos romanos), incluyendo a Joseph Mukasa, el primer mártir católico romano negro en el continente africano y a Charles Lwanga.
Los primeros relatos informan que el rey tenía relaciones sexuales con sus pajes de sexo masculino, pero con el paso de los años los relatos han ido aumentando el énfasis en las "demandas pecaminosas" y la "perversión" del rey "libertino". Hagiografía mezcla la homofobia colonial tóxicamente con miedos racistas sobre lo "oscuro", invisibilizando a los pajes de África. Los muertos fueron nominados rápidamente como santos, y fueron canonizados como mártires oficiales en la Iglesia Católica Romana, Anglicana y en las iglesias luteranas.
Un análisis queer muy útil sobre el martirio de los pajes es proporcionado por Kenneth Lewis Hamilton, quien escribió sobre los mártires de Uganda en varios artículos académicos y en su disertación doctoral en el Union Institute & University in Cincinatti, Ohio, Estados Unidos de Norteamérica. Hamilton se identifica a sí mismo como en un artículo titulado "
Las Llamas de Namugongo: ¿la poscolonialidad encuentra lo queer en suelo africano? " como "un escritor afro, postcolonial, queer, ordenado al sacerdocio, y misionero católico romano". En ese articulo explica:
Y así, el establecimiento del cristianismo, particularmente católicos y anglicanos, en Uganda coincide directamente con una narración transgresora sobre el deseo sexual del mismo sexo. Esto lo convierte en un principio de provocación para el discurso cristiano en África Oriental; y la posterior canonización de los mártires inscribe el deseo como oscuro y peligroso en la propia piel del cristianismo unido de Uganda. La canonización, en efecto, es un mensaje predicado; la narrativa del "martirio" ahora se convierte en parte de un canon de nuevas narrativas: los engloba en la sodomía, la raza, el deseo y la conquista.
El autor concluye su artículo afirmando:
Quiero conseguir que haya más fotos de los mártires en las capillas de África y en línea ... Quiero más fotos de los mártires-niños negros en nuestras paredes católicas. Estos son los cuerpos y los clanes que ahora habitan en los cielos. Pero lo hacen como los esclavos lo hicieron: como una presencia subversiva, sonriendo en su cara, pero siempre dispuestos a rebelarse y liberar al otro.
Inspirado por estas palabras de Hamilton, busqué en la Internet algunas de las imágenes de los mártires ugandeses para acompañar esta reflexión. Primero encontré varios iconos. Sin embargo, me quedé paralizada cuando descubrí una fotografía de grupo de los propios mártires, tomada alrededor de un año antes de ser asesinados. No pude apartar mis ojos de la foto por un largo tiempo. Sus rostros me han perseguido desde entonces:
Algunos de los futuros mártires de Uganda en 1885, menos de un año antes de que fueran asesinados, tomada en la Misión de Bukumbi en Mwanza (Tanganyika norte). Fueron allí para dar la bienvenida al nuevo obispo católico romano, Mons. Leon Livinhac.
Me sorprendió por partida doble que el análisis queer de los mártires de Uganda en "Las Llamas de Namugongo" incluyó una oración de uno de mis libros, "Ritos Iguales".
Quisiera terminar esta reflexión con una oración también. Primero miré las oraciones oficiales de las Iglesia Catolica Romana, Anglicana y Luteranas dedicadas a los mártires de Uganda, pero todas se centraban en gran medida de la fe cristiana, e incluso en "la castidad, la pureza y la moralidad sexual" de los mártires. Esas oraciones no parecen adecuadas para una reflexión que busca desarrollar una nueva ética y espiritualidad que afirma las relaciones homosexuales amorosas entre adultos que las consienten. Así que les traigo esto a su fin con la misma oración que Hamilton citó Estas palabras fueron escritas por (Elias) Ibrahim Abdurrahmani Farajaje en su "Invocación de la Memoria, la curación y empoderamiento en la era del VIH/SIDA" en mi libro "Ritos Iguales":
Sí, los honramos, nuestras hermanas y hermanos. Sí, recordamos y reconocemos que han ido antes que nosotros. Sin ustedes, no existiríamos hoy aquí. A través de nosotros, ustedes viven de generación en generación, desde la eternidad y hasta la eternidad. Y por eso nos comprometemos a un espíritu de resistencia y de vida. Elevamos nuestra luz, nuestra vida, nuestra esperanza, nuestro amor, y decimos confiadamente y sin temor, "Nunca más!"
Ritos Iguales, página 27
Tiene la última palabra a uno de los mártires de Uganda. Estas líneas se atribuyen a uno de los mártires, Bruno Serunkuma, quien poco antes de ser asesinado exclama:
"Un bien que tiene muchas fuentes nunca se seca. Cuando nos hayamos ido, otros vendrán después de nosotros."
___
Enlaces relacionados, interpretaciones queer:
___
Enlaces relacionados, interpretaciones cristianas:
CARLOS LUANGA y COMPAÑEROS: LOS MÁRTIRES DE UGANDA (mercaba.org)
Santuario de los Mártires de Uganda (sitio oficial)
San Charles Lwanga y Compañeros (Catholic.org)
La historia de los mártires ugandeses (revista América)
Los mártires de Uganda: Su testimonio contracultural sigue hablando hoy (La Palabra Entre Nosotros)
___
Enlaces relacionados del Blog Jesus in Love [Jesús Enamorado]:
David Kato: activista de los derechos LGBTI de Uganda (1964-2011)
Un santo para las niñas secuestradas de Nigeria: Josefina Bakhita
___